Iglesia construida en los siglos XIV y XV, de dos naves y dos ábsides cuadrados, precedidos de pórtico y terminados en sacristía. Ahora las naves están cubiertas con techo plano, pero los presbiterios conservan sus cañones apuntados.
Podría hablarse del siglo XIV como origen (Germán Ramallo: La zona suroccidental asturiana).
El actual edificio de San Salvador fue dotado de torre campanario hacia 1950 por el párroco Jesús Fernández Jardón.
Algunos de los pueblos de esta parroquia son brañas, sede habitual de vaqueiros.
En la nave derecha, que hace de mayor, un retablo de la primera mitad del siglo XVII, de buena factura, estructurado con cuerpo único de tres hornacinas y ático. La imaginería es contemporánea, incluido el Cristo del ático.
En la nave izquierda, retablo de tradición del taller de Corias fechable en el primer cuarto del siglo XVIII, con una Virgen del Carmen de buena calidad que conserva la policromía original.
La imagen del Crucificado que ocupa el ático es anterior a la fecha de ejecución de este retablo. Cristo, después de predicar el amor y de enaltecer a los humildes, murió por todos los hombres, no distinguió de razas ni de castas, pero, a pesar de esto, algún sacerdote tenía sancionados a los vaqueiros de alzada. De un modo visible estaba acotado el lugar de los brañeros con una viga tendida a través del suelo. En esta parroquia ocurría que si traspasaba la señal que servía de valla, les cortaban la ropa con navajas o tijeras. Los vaqueiros no podían subir a la tribuna ni acercarse al presbiterio, ni llevar en las procesiones cruz, pendón o estandarte. Esta división se extendía más allá de la muerte, pues el cadáver era conducido al cementerio en parihuelas o en miserables andas y en el cementerio después de las sepulturas de 1ª, 2ª y 3ª clase (ésta última para pobres de solemnidad), seguían las de los vaqueiros apartadas de todas, para que se aumentara la soledad en su pobre tumba.